VOLVEMOS A HOCKENHEIM

El año pasado Hockenheim no estuvo en el calendario así para algunos será como comenzar de nuevo. Especialmente para los equipos que en 2006 usaban neumáticos Michelín que tendrán menos datos y menos información que los que ya por aquel entonces utilizaban Bridgestone. En realidad, el test de la semana pasada les ha servido para sacar conclusiones y que el set up esta semana sea acertado.

Hockenheim es un circuito que me gusta, entre otras cosas porque se puede adelantar. Es cierto que ha perdido el encanto del pasado cuando el trazado se internaba en los bosques y era mucho más largo que el actual. Sin embargo, no está mal. La mezcla de rectas donde necesitas una alta velocidad punta, curvas lentas que te exigen mucha tracción para salir bien hace que este sea otro circuito rompecabezas para los ingenieros. Tienen que lograr un coche estable, pero con velocidad punta muy alta, es decir algo imposible. La mayoría sacrifican el rendimiento del coche en el Motodrome a cambio de tener un coche que pueda adelantar o que evite ser adelantado en las rectas.

De todos los pilotos de la parrilla sólo dos saben lo que es ganar aquí: Alonso y Barrichello. En el caso de Barrichello, fue su primera victoria y la última vez que llovió en este gran premio (2000). Es un circuito maldito para Raikkonen que ha abandonado en cinco de las seis veces que ha participado. En el 2006 terminó tercero y podría parecer que todo salió bien, pero no. Kimi había logrado la pole el sábado, pero la había logrado no por méritos propios si no más bien por deméritos de Mclaren que cometió un error al cargarle gasolina. Le puso caldo para diez vueltas cuando tenía que haber puesto el doble. En carrera paró en la vuelta 10 mientras que Massa lo hizo en la 19 y Michael Schumacher en la 20. Le pasaron por encima.

En Alemania vamos a comenzar la segunda parte de la temporada y esperamos que las evoluciones que va a estrenar Renault acerquen a Fernando un poco más a la lucha. Es uno de los motivos que me hacen ir ilusionado a Alemania. Voy con la esperanza de ver un progreso, pero en cualquier caso no será nada brutal. Sobre piso seco soñar con podios o victorias será imposible. Si llueve, algo poco probable, se recortarán las diferencias aunque la suerte o las estrategias utilizadas por Renault con agua han sido desafortunadas en los últimos tiempos.

Mañana nos vamos, volaremos a Frankfourt y de ahí por carretera hasta Heidelberg. Una ciudad incréible. Siempre es bueno tener el hotel en un lugar agradable. Puede parecer una tontería, pero como tenemos poco tiempo libre, tomarte una cerveza por la noche en un lugar así parece que te recarga más las pilas. Pilas que a estas alturas de la temporada empiezan a estar un poquito desgastadas.

Bueno, la próxima vez que os escriba ya lo haré desde allí. Un abrazo.