viernes, 28 de diciembre de 2007

AIRE LIMPIO (Publicado en Marca en junio)

NOTA: Este artículo se publicó en el Diario Marca el lunes posterior al G.P. de Estados Unidos. Fuí el primer periodista que dijo que Alonso estaba harto de Mclaren y que difícilmente cumpliría su contrato.


En Indianápolis, en su persecución a Hamilton, Fernando Alonso buscaba a veces en la recta principal el interior. Se acercaba al muro evitando la trazada natural porque su motor y sus frenos necesitaban respirar. Esos extraños movimientos eran sólo por eso, porque Alonso buscaba el aire limpio. Durante unos instantes permanecía ahí y después volvía otra vez a la persecución, otra vez a la turbulencia. Es curioso, pero aquí en la Fórmula 1 no sólo los motores y los frenos necesitan respirar, también algunas veces los hombres necesitan aire limpio. Sí, estimado lector, es una metáfora. Creo que sirve para describir la situación actual en Mclaren. Alonso se asfixia. Lleva ocho meses respirando el aire enrarecido dentro de un equipo que tiene la soberbia de los campeones a pesar de que no gana un título desde hace ocho años. Un equipo que tiene la costumbre de no escuchar porque cree que no hay nadie que le puede enseñar nada y que es capaz de tomar medidas que ponen en peligro su estrategia de carrera sólo para que la prensa inglesa no le acuse de nada que pueda resultar incómodo. Luego está Hamilton, un regalo caído del cielo que llevan cultivando con mimo desde que tenía once años. Al que han dirigido sus pasos con celo para traerlo hasta aquí y que una vez en la Fórmula 1 no les ha fallado. Tantos desvelos y cuidados le han merecido la pena a Ron Dennis. En siete carreras Hamilton le ha dado tantas alegrías como titulares y creo que en Indianápolis se confirmó que es un gran piloto. Aguantó la presión de un bicampeón del mundo y no cometió ni un solo error. En Mclaren no le han favorecido, pero está claro que todos, de poder elegir, preferirían que ganase Hamilton el Mundial y eso es un problema. Fernando Alonso ha luchado en los dos últimos años con Raikkonen y Schumacher que disfrutaban de coches más rápidos que el suyo. Sin embargo ahora la situación es diferente. El rival está dentro de su mismo equipo. Es bueno, rápido, afortunado, frío y de la misma nacionalidad que el noventa por ciento de los empleados que trabajan en Mclaren, tanto en los circuitos como en la fábrica.
Por todo esto, Fernando necesita aire limpio y por todo esto creo que su futuro en Mclaren será corto. El único problema sería marcharse del equipo sin ganar el título porque muchos lo entenderían como una derrota o una cobardía, pero en cualquier caso creo que se irá. Desde Bahrein sabe que la travesía de la temporada será larga, difícil y solitaria. Desde Mónaco que sus victorias levantan ampollas. Comprobó en Canadá que sus derrotas provocan satisfacción y en Estados Unidos que su rival es más duro de lo que pensaba. A pesar de todo si yo tuviera que apostar por alguien lo haría por Alonso. Quedan diez carreras y sólo le separan diez puntos. Al pluscuamperfecto Hamilton todavía le tocará sufrir porque en esta pesadilla de la Fórmula 1 hay muchos factores que pueden arruinarte una carrera. Ganar un Gran Premio no es que sea difícil, a veces es un milagro porque llegar el primero a la meta no depende sólo de ti. No sólo necesitas tener el mejor coche, algo de suerte y rodar al límite durante setenta vueltas. Hay tantas cosas que pueden fallar, tantas decisiones erróneas que se pueden tomar, tantas pequeñas cosas que pueden minar tu confianza, tu seguridad, tu tranquilidad, tu autoestima que a veces no te queda más remedio que separarte un poco de la trazada, alejarte del resto, buscar aire limpio y respirar.

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