JAPÓN, UN PAÍS MUY RARO

Acabó de terminar la maleta. Está es la maleta más pesada del año porque son quince días fuera de casa y en Japón y China nunca sabes qué te puedes encontrar. Desde calor a un tifón, pasando por lluvia primaveral... Así que no hay más remedio que llenar la maleta hasta el límite de peso permitido.  Japón es el país al que más pereza me da viajar. No sé muy bien por qué. Quizá porque es muy, muy, muy raro y en algunos momentos deprime un poco. La comida no es precisamente mi favorita y comunicarse suele ser además muy complicado. Suzuka estaba más o menos bien, pero Fuji es terrible. No hay nada de nada. El año pasado las pasamos canutas para encontrar un lugar donde cenar. 

Lo único bueno es que venimos del subidón de Singapur, aunque no debemos pensar que hay opciones de ganar en Fuji. Lo de Singapur no habría sido posible si el coche de seguridad no hubiese salido en el momento justo en el que lo hizo. La fortuna jugó por una vez del lado de Renault y de Fernando, aunque sí es cierto que el ritmo luego fue sorprendentemente bueno.

Sólo espero que la carrera sea entretenida, que la lucha por el mundial se mantenga y que Alonso tenga opciones de estar peleando por algo interesante.

Por primera vez voy a conducir en Japón, tenemos que ir por carretera desde el aeropuerto de Narita hasta nuestro hotel cerca de Fuji que está en un pueblo que se llama Yamanakako (o algo así). El año pasado estuvimos en el mismo hotel y la última noche tuvimos una despedida movidita. Vivimos un terremoto y no pasé más miedo en mi vida. Me desperté porque se movía la cama y porque había un estruendo dentro de mi habitación. El estruendo eran las perchas del armario que se golpeaban unas contra otras. Cuando lo estás viviendo tardas en asimilar que es un terremoto, después piensas: ¿y si va a más y se cae el techo? El fisio de Fernando, que estaba en un hotel a menos de un kilómetro del mío, cogió la maleta y se fue al parking para evitar males mayores. Tuvo que volver. 

Otro año, en 2004, tuvimos un tifón... así que Japón ha sido siempre para nosotros una caja de sorpresas. Ojalá que este año todo sea más tranquilito. La próxima vez que os escriba ya lo haré desde allí.