YA NOS ÍBAMOS, PERO FERNANDO LLEGÓ

Eran las nueve de la noche cuando estábamos recogiendo para irnos a dar una ducha al hotel y hacíamos planes para ir a cenar con tranquilidad cuando me entero de que Fernando ha aterrizado y que después de darse una ducha se plantéa ir al paddock. Es como un niño pequeño. Lleva días viendo mapas del circuito de Singapur y escuchando cosas de la iluminación que no puede resistirse a la tentación de ir a verlo por sí mismo. Así que cambio de planes y a esperar. A las diez menos cuarto aparece con una sonrisa de oreja a oreja mientras yo le vacilo diciendo que qué horas son esas de llegar. Cena a toda velocidad porque su ingeniero, David Greenwood, al que Fernando llama Miki por su asombroso parecido con uno de los jueces de Factor X (yo nunca he visto el programa así que no puedo opinar), le sugiere la idea de dar una vuelta a la pista. Fernando acepta. Yo me quiero morir. Cómo le digo yo a Jorge (cámara) que tenemos que dar una segunda vuelta al circuito. En su caso además, con la cámara (12 kg de peso) al hombro. Se lo digo por walkie para que no me pegue, pero Jorge acepta sin una sola queja (¿os he dicho que tengo un equipo increíble?).

Así que trece horas después de haber entrado en el circuito por la mañana, nos damos la segunda vuelta del día. 5.067 metros que sumados a los 5.067 de la mañana, más lo que hemos pateado entre medias rondamos en nuestro tacómetro unos quince kilómetros.

Fernando va con su libretilla apuntando cosas según van pasando las curvas y habla contínuamente con el nutrido grupo de ingenieros entre los que se encuentra el español Iñaki Rueda.

Se paran en los puntos que les ofrecen más dudas y sobre todo hablan de los pianos y las trazadas. Los ingenieros también interrogan a Fernando sobre la relación de cambio más correcta en cada punto. Él es como una esponja. Lo mira todo, lo escruta todo y aunque da la sensación de que en ocasiones no presta atención, todo lo tiene controlado.

De vuelta al pit lane, la actividad continúa. Es gracioso, pero hay más gente ahora en el circuito que por la mañana. Cómo ya os dije la mayoría de los equipos han comenzado a trabajar a partir de las 13.00. Renault ha llegado a las 15.00, pero habló con algunos de sus mecánicos y me dicen que tienen previsto salir del circuito cada día sobre las 06.00 de la mañana. Es cómo si la carrera se disputase en Europa.

Hasta un grupo de bailarinas ensaya en la parrilla la coreografía que harán el domingo.
Nos vamos, va a ser difícil encontrar un sitio para cenar a las 23.15. De nuevo caminata hasta el hotel, no hay taxis cerca del circuito. Por el camino cruzamos de nuevo la pista y ahí vemos a lo lejos a Fernando dando vueltas en bicicleta. Está como un niño con zapatos nuevos.

Mañana será otro día. Buenas noches. Espero que el jet lag no me fastidie esta noche.